No se trata propiamente
de una escultura procesional sino de
un altorrelieve que representa la Virgen de la Piedad. Fue
realizado el año 1627 por el ensamblador Xaques del Castillo y dorado
por Diego de la Peña.Este
relieve aparece citado en el contrato del retablo, siendo igualmente
policromado por Diego de la Peña bajo la supervisión de Gregorio
Fernández, dato que permite adscribir la obra al citado escultor.
Formó parte de la procesión por primera vez el año
1927, año en que se le añadió la parte de atrás. Tanto la Virgen como
Cristo tienen los ojos de cristal. La Virgen viste toca blanca, túnica
roja y manto azul. Con las dos manos levantadas, eleva la vista al
cielo. El cuerpo de Cristo está sobre la rodilla derecha de la Virgen.
Perfecta anatomía. Para Martín González, la obra puede estar inspirada
en el relieve de Francisco de Rincón que se encuentra en el Retablo
Mayor de la iglesia de las Angustias. |