La historia de este cuadro (imagen superior) revela la popularidad que Murillo ha gozado en el concierto artístico europeo hasta los umbrales del siglo XX. Fue encargado para uno de los altares laterales del Hospital sevillano de los Venerables, de donde requisa la pintura, en 1813m el Mariscal Soult. En 1852 la compra el Louvre en subasta pública por 615.300 francos de oro, la cifra más alta pagada hasta entonces por un lienzo. Finalmente, en 1941 regresa a España, canjeándola el Gobierno por el retrato de doña Margarita de Austria, de Velázquez.