El Alcázar Real de Madrid estuvo situado donde actualmente se levanta el Palacio Real. Empezó siendo una fortaleza musulmana en el siglo IX y e fue ampliando con el paso de los siglos. En el siglo XVI se convirtió en palacio real al elegir Felipe II  en 1561 a Madrid como capital del Imperio. Pese a ello, esta gran construcción siguió conservando su primitiva denominación de alcázar.
La primera ampliación de importancia acometida en el edificio se efectuó en el año 1537, por encargo del emperador Carlos V, pero su aspecto exterior final corresponde a las obras realizadas En 1636 el arquitecto Juan Gómez de Mora, impulsado por el rey Felipe IV, le dio el aspecto final. Fue destruido en un incendio en la Nochebuena de 1734, en tiempos de Felipe V.
Velázquez trabajaba en una sala amplia del piso bajo del antiguo Alcázar de Madrid, próxima al denominado «Cuarto del Príncipe» por haber sido el aposento del príncipe Baltasar Carlos, muerto en 1646, diez años antes de la fecha de Las Meninas.
El "Cuarto del Príncipe", acondicionado como taller de los pintores de cámara después de morir Velázquez, es el lugar retratado con precisión en Las Meninas. La estancia era amplia y de techo alto; sería el estudio del pintor y por eso hay grandes cuadros por las paredes que hoy han sido identificados. En la imagen, una reconstrucción ampliada de la estancia.