Sacristía del monasterio de Santa María de Guadalupe (La Puebla de Guadalupe. Cáceres). Entre 1638 y 1639, Zurbarán pintó los ocho cuadro de la Sacristía con la intención de representar a los principales monjes del santuario y simbolizar los preceptos que constituyen "el arte de perfección de la vida jerónima". Las pinturas siguen en su lugar original.

La aparición de Cristo al Padre Andrés de Salmerón simboliza la correcta compostura exterior. 

El retrato de Fray Gonzalo de Illescas simboliza  el recogimiento y clausura en la celda.

La misa milagrosa del Padre Cabañuelas simboliza la confesión general.