Grabado de William Miller realizado en 1829, cuando las metopas y el friso de las Panateneas todavía estaban en su lugar. |
Friso de las Panateneas en el British Museum de Londres. |
Cuando
Europa se convirtió al cristianismo, el Partenón fue transformado en iglesia.
Más adelante, los turcos conquistaron Atenas y lo convirtieron en mezquita. A
pesar de todo, el edificio sobrevivió durante siglos. En 1687, un general
italiano que estaba en guerra con los turcos, decidió bombardear el Partenón
aun sabiendo que en su interior se guardaban armas y municiones. El templo explotó
y el techo fue arrancado de cuajo. Sin embargo, el friso sobrevivió. Pero a
principios del siglo XIX volvió a sufrir un cruel ataque. Todo comenzó cuando
lord Elgin, un escocés que había sido nombrado embajador ante el Imperio
Otomano, que estaba en muy buenas relaciones con Gran Bretaña, decidió que
quería decorar su mansión escocesa con algunas estatuas de la Grecia clásica.
Eligió llevarse las del friso del Partenón. Años después se
encontró escaso de dinero y decidió vender los mármoles al Museo Británico.
Allí están todavía. En concreto, Lord Elgin arrancó por la fuerza 56
fragmentos del friso, 15 metopas y 19 de las 28 estatuas de los frontones. También
llevó fragmentos de arquitectura del Partenón. De los Propileos, del templo de
Niké áptera y del Erecteion se llevó parte de arquitectura y esculturas. Del
Erecteion, en particular, se llevó una Cariátide. |