Praxiteles es el artista elegante y sensual, de la belleza sensitiva, del ocio placentero, de la mirada perdida en el ensueño, de la sonrisa vaga. Es el escultor de la gracia juvenil: rostros iluminados por una leve sonrisa idealizada, grácil silueta -ligeramente curvada- de los cuerpos. Sus formas mórbidas y blandas contrastan con el sobrio modelado de Fidias. Su característico sfumatto contribuye a la expresión vaga y soñadora.
En el Apolo Sauróctono aplicó por primera vez la técnica de desplazar al máximo el centro de gravedad de la figura para acentuar su ritmo. Este recurso le obligó a usar un soporte para mantener el equilibrio. Todas estas características las reúne también el Hermes de Olimpia, que muestra al dios apoyado en una columna con Dionisio niño sobre el brazo.
Comparación del contraposto de Praxiteles y de Policleto.