Es, como otras de las torres de la capital
turolense, una torre-puerta de ladrillo con ornamentos de cerámica
vidriada bajo la que pasa la cuesta de la Andaquilla. Es practicable
en su base a través de una bóveda ojival. En el primer cuerpo son
visibles tres de sus caras, pues la cuarta está adosada a la iglesia
de San Martín, de época barroca. Fue reformada en 1550 por Pierres
Vedel, que eliminó viviendas adosadas para dejar una plaza abierta
ante la torre y construyó un refuerzo de sillería en su base para
reparar y prevenir la degradación de su parte baja, muy erosionada
por las humedades. |
La Torre de San Martín es muy similar en
elementos decorativos y estructurales a la de San Salvador. Ambas
están constituidas por dos torres, una envolviendo a la otra,
mediando entre ambas las escaleras de acceso al campanario. La
interior está formada por estancias abovedadas superpuestas mientras
que la torre exterior soporta todo el repertorio decorativo:
abundantes elementos cerámicos verdes y blancos, paños de ladrillo
resaltado formando estrellas de ocho puntas, friso de arcos
mixtilíneos, etc. Se diferencian en el paño de arcos lobulados
entrecruzados. |