Camilla Horacio viste de blanco, y está desconsolada porque está prometida a un Curiacio. Sabina Curiacio, vestida de marrón, llora su tragedia como hermana y esposa. Al fondo, el aya, vestida de negro, tiene a los hijos de un Horacio y de Sabina. No hay mejor forma que ver la importancia del dibujo para David como estos dibujos preparatorios para el cuadro. La sensación  de relieve que producen es manifiesto.