El signo visible de la concentración
de poder que se produce en Micenas lo encontramos en las tumbas de tholos;
se trata de cámaras circulares, excavadas en una ladera de una colina, con
un pasadizo ("dromos") que conducía al interior, y un techo en
forma de cúpula construida con piedras colocadas en círculos decrecientes,
y todo cubierto de tierra dando la sensación de un impresionante
promontorio. |
Paradigma de estas tumbas es la obra conocida como Tesoro de Atreo, cuyas dimensiones reflejan el impacto visual que pretendía reproducir: 17 metros de diámetro, 15 de altura, un pasadizo de 42 metros y un dintel sobre la puerta que debe pesar unas 100 toneladas. Un triángulo de descarga, al igual que en la Puerta de los Leones, aligera el peso del dintel. La cámara funeraria está cubierta con una falsa cúpula, con los sillares tallados en forma curva por su cara interna para simular una auténtica cúpula. Como comenta Finley, "las tumbas de tholos son algo más que arquitectura doméstica a gran escala, que, en otras palabras, los reyes y nobles prodigaron su riqueza y expresaron su poder, arquitectónicamente, en sus cámaras mortuorias antes de emplear su atención en los palacios y casas". |