El signo visible de la concentración de poder que se produce en Micenas lo encontramos en las tumbas de tholos; se trata de cámaras circulares, excavadas en una ladera de una colina, con un pasadizo ("dromos") que conducía al interior, y un techo en forma de cúpula construida con piedras colocadas en círculos decrecientes, y todo cubierto de tierra dando la sensación de un impresionante promontorio.
"En la misma Micenas, aparte de las sepulturas reales excavadas en la roca, el monumento más notable es el ya citado Tesoro de Atreo. Es una sepultura y responde al tipo de tumba de corredor extendido por todo el Mediterráneo. Consta de un extenso pasillo -hoy al descubierto-, abierto como trinchera por debajo del nivel del suelo, aparejándose las paredes con sillares. Al fondo se abre el vano rectangular que da paso a la tumba: de gran altura, con jambas inclinadas que reducen el espacio en su parte superior, evocando modelos egipcios. Sobre el vano de la puerta se dispone un frontón triangular en el que debió de existir un relieve o escultura hoy desaparecido. La puerta, encuadrada con dos grandes columnas de tipo cretense, comunica con un pequeño vestíbulo que antecede a la gran cámara destinada a guardar el ajuar funerario. Se trata de una cámara circular, de 14 m de diámetro por 13 m de altura, cubierta por gran cúpula obtenida por aproximación de hiladas de sillares perfectamente aparejados, bien labrados y dispuestos en círculos concéntricos. A un lado de esta cámara se halla la cámara sepulcral del rey, pequeña y rectangular."

Paradigma de estas tumbas es la obra conocida como Tesoro de Atreo, cuyas dimensiones reflejan el impacto visual que pretendía reproducir: 17 metros de diámetro, 15 de altura, un pasadizo de 42 metros y un dintel sobre la puerta que debe pesar unas 100 toneladas. Un triángulo de descarga, al igual que en la Puerta de los Leones, aligera el peso del dintel. La cámara funeraria está cubierta con una falsa cúpula, con los sillares tallados en forma curva por su cara interna para simular una auténtica cúpula. Como comenta Finley, "las tumbas de tholos son algo más que arquitectura doméstica a gran escala, que, en otras palabras, los reyes y nobles prodigaron su riqueza y expresaron su poder, arquitectónicamente, en sus cámaras mortuorias antes de emplear su atención en los palacios y casas".