Bisonte en una estalagmita en la cueva del Castillo (Cantabria).
Dibujo del bisonte sobre la estalactita, adaptado de S. Giedion.

Ya hemos visto cómo los hombres del paleolítico pintaban en el interior de sus cuevas. También hemos visto cómo se aprovechaban, a veces, de los propios salientes naturales de las rocas para dar a las pinturas un cierto volumen que las hiciera más realistas. Pero en este caso, la cosa es más compleja. Se aprovecha un elemento natural, como es una estalactita para, después de hacer el grabado del animal sobre ella, terminar la figura del animal con la pintura. Esta figura, como otras que aparecen en Altamira, forma parte de las que se encuentran en posición insólita. En este caso la posición viene motivada claramente por la uso que se hace de la roca. Este bisonte, colocado verticalmente aprovechando una estalactita, se encuentra en la cueva de El Castillo (Cantabria). En la parte de la pata del bisontes hay grabado una pierna y un pie. Se puede interpretar esta obra como un antropomorfo vestido con una piel de bisonte, como si fuera un chamán.