Las dataciones directas efectuadas en 1995 añaden una dimensión inesperada. En efecto, tres de las muestras tomadas en dos rinocerontes y un bisonte trazados al carbón, han sido datadas entre hace 30.340 y 32.410 años. Teniendo en cuenta los márgenes estadísticos, esto significa que las pinturas fueron realizadas en una fecha muy antigua, aproximadamente hace 31.000 años, con un intervalo de 1.300 años. La datación (26.120 ± 400 años) de un moteado de antorcha que se superpone a la calcita recubriendo un dibujo verifica que, al menos las representaciones, se han efectuado en fechas muy antiguas y que la hipótesis, muy improbable, de visitadores solutrense o magdalenienses que habían recogido del suelo carbones auriñacienses sirviéndose de ellos para trazar los dibujos miles de años después del paso de los primeros ocupantes de la cueva, debe ser descartad