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Los grabados se hacían con
instrumentos de sílex, los pigmentos se preparaban sobre paletas de
piedra, usaban andamios para las zonas más altas, y el trabajo
en las zonas más oscuras era posible gracias a la iluminación conseguida
con unas cazoletas de piedra (o conchas de animales) que, llenas de
grasa animal, y provistas de mechas hechas con líquenes secos o ramas de
enebro, daban la misma luz que las velas y no hacían humo. |
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Segundo "caballo chino" - Está en el divertículo, en la pared de la derecha. Mide 1,40 m. |
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Las investigaciones llevadas a cabo durante los últimos decenios permitieron situar la iconografía de manera cronológica al principio del Magdaleniense, es decir, 15000 años a.C. No obstante, ciertos indicios, tanto temáticos como gráficos, hacen pensar que algunas figuras podrían datar de una época más reciente. Esta hipótesis fue confirmada por datación con Carbono 14 (alrededor del 13500 a.C.). Prácticamente son pinturas contemporáneas de las pintadas en el techo de Altamira. |