La cueva de Parpalló (Gandía- Valencia) empezó a ser ocupada por humanos hace unos 23.000–21.000 años, en el Paleolítico superior, en el periodo Gravetiense. Aparecen restos de tecnología lítica y plaquetas grabadas. Hace unos 21.000 años (en el Solutrense) empieza la etapa de ocupación más importante; dura hasta hace aproximadamente 17.000–15.000 años, coincidiendo con el periodo de máximo frío glacial. Es la etapa que más restos arqueológicos ha ofrecido y la de la máxima producción de plaquetas grabadas y pintadas. Desde hace 17.000–15.000 y hasta hace 11.000 años, durante el Magdaleniense, se continúa ocupando la cueva con la misma intensidad.

Este yacimiento es el más importante de la región mediterránea. Se han encontrado más de 6.000 plaquetas de piedra caliza grabadas y pintadas en ocasiones con representaciones simbólicas y de animales. El grabado se realizó con instrumentos de sílex, aparentemente sin un boceto previo del dibujo.