NEOLÍTICO al BRONCE

    

1.- El Neolítico

2.- El esquematismo

3.- El megalitismo

4.- La Edad del Bronce

5.- Salir


 


1.- El Neolítico

El término Neolítico ("piedra nueva") define el periodo de la prehistoria en que se produce un cambio tecnológico asociado a la aparición de la agricultura y de la ganadería, que consiste en pulir la piedra para obtener un filo. El Neolítico es el último periodo cultural de la Edad de Piedra.

Geográficamente, el desarrollo del Neolítico se produjen en lugares diferentes y muy distantes, aunque los más antiguos están documentados en Oriente Próximo y Medio. A estos territorios de Oriente, considerados la "Cuna de la Civilización" se les llama el "Creciente Fértil Mesopotámico". Las primeras transformaciones de las actividades cazadoras-recolectoras en agrícolas y pastoriles tienen lugar en la zona de Palestina, hacia el 10 000/8 500 a.C., extendiéndose después por el sudeste de Anatolia (Turquía actual) y la zona mesopotámica del Tigris y Eufrates.

En la Península Ibérica, los yacimientos neolíticos más antiguos se han datado en torno al 5 500 a.C. Las divisiones del Neolítico obedecen siempre a fases de carácter regional, puesto que no está exento de peculiaridades según las regiones de la Península (estilos cerámicos distintos, costumbres funerarias, etc.). Se ha considerado, de manera tradicional, que este periodo finaliza en torno al 3 000 a.C., cuando se generaliza la fundición del cobre y se da paso a un nuevo periodo: el Calcolítico.

Las prácticas agrícolas permitieron adaptar la producción de alimentos a las necesidades del grupo. Actualmente se reconoce la existencia de prácticas agrícolas con cereales de variedades domésticas a partir de hace unos 8500 años a.C. Los primeros vegetales cultivados parecen ser los cereales (trigo y cebada), y seguramente algunas legumbres. Al igual que la agricultura, la ganadería es un sistema controlado de producción de alimentos con el que el hombre interviene en la naturaleza, transformándola en beneficio propio. El primer animal domesticado fue el perro (hace 12000 a.C.), pero no con vistas a su consume, al menos en los momentos iniciales. La verdadera ganadería aparece hace entre 8000 y 7000 años a.C. en Oriente Medio, con la domesticación de la cabra y la oveja, seguidos algo más tarde por los bóvidos.

La cerámica supuso la innovación tecnológica más importante del Neolítico. Pro primera vez no se produce la transformación de una materia prima, sino que se integran elementos para conformar un nuevo material. Se convierte en imprescindible cuando existen excedentes productivos y su fragilidad no resulta un problema para las poblaciones sedentarias. Actualmente la cerámica se ha convertido en el fósil director del período, es decir, sus decoraciones y formas permiten detectar culturas y cronologías.
En los yacimientos más antiguos predomina la cerámica con decoración impresa, generalmente cardial, que se logra con la impresión de la concha del berberecho (cardium edule). Tampoco faltan otros tipos de cerámicas decoradas, como las incisas o la de boquique (decoración a base de incisiones cortas, múltiples, tangentes y alineadas -también llamada de "punto en raya", por causar el efecto de estar realizada a base de puntos hechos en el interior de una línea incisa. En algunos casos las cerámicas están adornadas con representaciones humanas: cueva de l'Or, en Beniarrés (Alicante).

 

 

 

 

 

 

 

Hacha neolítica

Devolución

 


2.- El esquematismo

Tras el Neolítico, comienza la Edad de los Metales, marcada por el uso de un elemento más difícil de trabajar, pero más duro. La metalurgia desplaza el uso de la piedra en la confección de las herramientas agrícolas y las armas. Además, se utiliza para fabricar utensilios y adornos. La Edad de los Metales supone la transición hacia los tiempos históricos. Las distintas edades en que se divide (Calcolítico [Edad del Cobre], Bronce, Hierro) se compenetran en sus límites con la anterior y la posterior; es decir, no se pasa de una edad a otra en la misma época en todos los lugares, ya que los progresos no han seguido los mismos pasos en todas partes.
El uso de los metales nace en la península de Anatolia a partir del 5 000 a.C. De aquí pasa a Mesopotamia y Egipto. Esto dio origen al comercio de metales a través del Mediterráneo. El primer metal obtenido fue el cobre, de su aleación con el estaño surgió el bronce. El bronce fue el metal más utilizado durante casi dos mil años.

La pintura esquemática, que posiblemente surgiese ya en el Neolítico, se desarrolla desde el Calcolítico (también llamado Eneolítico),  (3500-2000 a.C.), hasta finales de la edad del bronce (2000 -1000 a.C.). No parece posible que la simple evolución de la pintura levantina originase este tipo de pintura esquemática, simbólica e ideomorfa. Habría que contar con la introducción de nuevas ideas religiosas, funerarias y artísticas, con una concepción diametralmente diferente de la vida, derivada de la revolución metalúrgica. Se trata de figuras en las que se deforma la realidad mediante un proceso de abstracción y esquematización sin concesiones a la forma real. Es abundante la abstracción y la multiplicidad de símbolos con diferentes significados. De aspecto monocromo, los colores más utilizados son el negro, el rojo y el amarillo. Se encuentran en abrigos y zonas montañosas abundantes en pastos y agua. Se extienden por la península Ibérica, pero los más antiguos están en el sudeste, valle del Guadalquivir y Sierra Morena, y en el Levante.
Las figuras humanas se representan con los brazos y piernas en arco o formando ángulo con la cabeza, tronco y sexo. La figura femenina tiene las piernas en zigzag y un trazo horizontal en el centro como cabeza. Otro esquema humano, con numerosas variantes, es la representación de los brazos en asa formada por un trazo vertical que atraviesa un círculo.
Los ídolos son figuras de diferentes formas, casi siempre antropomórficas, basadas en aspectos religiosos: bitriangular, con numerosas variantes, oculados, etc. Los hay que representan círculos con rayos y pueden ser representaciones del sol y sus beneficios. Gran parte de estas representaciones presentan adornos corporales, vestidos, que normalmente se localizan en la cabeza, pudiendo ser plumas, cascos o cuernos. También pueden portar en las manos instrumentos o armas. Suelen ser figuras aisladas aunque también hay escenas cotidianas (domesticación, danzas, actos religiosos).
El animal más representado es el ciervo, cuya cornamenta se reduce hasta parecer un peine (figura pectiniforme). Las cabras se representan con el cuerpo lineal. Hay caballos, peces, aves.
Aparecen también dibujos geométricos de lo más diverso: zigzag, líneas onduladas, espirales, círculos y manos en positivo.

¿Qué sentido podrían tener estas pinturas? Tal vez podrían tener un significado religioso por la cantidad de representaciones de ídolos y su repetición en la mayor parte de los abrigos.
Algunos ejemplos son motivos oculados con rayos que aluden al sol, representaciones ramiformes cuyo simbolismo se relaciona con la vida campesina, ya que puede expresar la regeneración de la vegetación, exponente de abundancia y fertilidad. Los signos triangulares pueden representar el sexo femenino y los signos geométricos y ondulados el agua. Otra hipótesis dice que estas esquematizaciones pueden ser un intento de escritura, pero su sentido exacto no se puede determinar.

Los grabados también son afectados por la esquematización, como se ve en los ídolos placa o ídolos oculados, temática importada de oriente con la llegada de un culto a la "divinidad ojos", que en Mesopotamia se da en torno al 4 000 a.C. Sería el primer testimonio de una concepción intelectualista de la divinidad en la Península. Se supera la fase en que los sagrado se simboliza por formas sensibles.

Algunos abrigos con ejemplos de pintura esquemática se encuentran en Tajo de las Figuras (Cádiz), en Peña de los Letreros (Almería) o en la Graja (Jimena Rey - Jaén). Y si Cantabria cuenta durante el Paleolítico con magníficos y numerosos lugares con pinturas y grabados, de este momento hay muy poco: El Cubular, en el valle de Valderredible.
 

Pintura en El Culubar (Valderredible) - Cantabria 

 

 

 

 

 

 

 

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3.- El megalitismo

El mundo funerario de las primeras etapas del Neolítico es poco conocido; se desarrolla en forma de enterramientos en cueva o en fosas. A finales del Neolítico, hacia el 3 000 a.C., y continuando durante la Edad de los Metales, aparece el megalitismo, cuando se observa ya una tendencia paulatina hacia los enterramientos colectivos. Estas grandes construcciones se conciben como monumentos de culto a los muertos y a los poderes divinos. Hay monumentos megalíticos en la fachada atlántica, el Mediterráneo occidental (península Ibérica), Francia, Islas Británicas, Alemania y Escandinavia.

En la península Ibérica aparece el megalitismo o arquitectura con grandes piedras coincidiendo con la introducción de la metalurgia del cobre por Almería.

Las construcciones megalíticas presentan diferentes tipos.

- Menhir: piedra aislada, clavada verticalmente en la tierra. Una variedad del menhir es la estatua-menhir que suele aparecer esculpida, mostrando la efigie de una persona, divina o humana.

- Alineamientos: los menhires pueden aparecer alineados formando filas.

- Si los menhires están  formando un círculo se habla de un cromlech. El más conocido, tal vez, es el de  Stonehenge en las Islas Británicas.

- Dolmen: es una cámara de enterramiento y constituye la forma más común en toda Europa. Consta de varias piedras clavadas verticalmente y cubiertas por otras dispuestas de forma horizontal hasta formar un espacio cerrado. En algunas ocasiones esta cámara está cubierta con una falsa cúpula. Además, la cámara puede aparecer precedida de un corredor o pasillo cuyo techo puede ir o no cubierto. Según han revelado los estudios arqueológicos, estas cámaras eran lugares de enterramiento utilizados colectivamente por una comunidad o por una familia. Sin embargo, si no se encuentran restos de individuos, se piensa que solo fueron empleadas como templos para realizar ceremonias.

En la segunda mitad del tercer milenio, esta cultura vive sus momentos de esplendor. El mejor ejemplo está en la fortaleza de Los Millares, en Santa Fe de Mondújar (Almería), uno de los yacimiento de la Edad del Cobre más importantes de Europa. Es una ciudad fuertemente defendida y con una enorme necrópolis. Fue pionera en el uso de la metalurgia del cobre en occidente. En los alrededores aparecen multitud de tumbas de cámara con falsa cúpula. Este tipo de mausoleo se extendió hasta el extremo occidental de Andalucía.

En Málaga están los mejores ejemplos de este tipo de enterramiento. La necrópolis de Antequera (Málaga), está constituida por los sepulcros de Viera, Menga, del periodo neolítico, y el Romeral, de la edad del Bronce. El junio de 2016 han sido reconocidos como Patrimonio mundial por la Unesco. El dolmen de Soto (Huelva), un gran dolmen de "corredor largo", es interesante porque no ha sido expoliado; en él se han encontrado ocho cadáveres en siete sitios diferentes. Se le fecha entre 3000-2500 a.C.)
- Sepulcro de Menga: del calcolítico antiguo. Consta de una gran cámara ovalada a la que se accede por una galería de lados casi paralelos. La cámara está compuesta por siete grandes monolitos cuadrados en cada lado; una enorme piedra forma la cabecera, la cual se cubre con cuatro grandes losas. La galería o corredor lo forman cinco monolitos a cada lado, cubiertos por grandes losas. En el centro de la cámara se alinean tres pilares cuadrados como apoyo a las cobijas del techo. En el último ortostato de la pared izquierda del corredor, se encuentran grabadas figuras antropomórficas estilizadas. Junto a la Menga, se encuentra otro sepulcro de corredor (la conocida como cueva de  Viera).

- Dolmen del Romeral; del calcolítico medio-final. Es un dolmen de falsa cúpula. El corredor conduce a la primera cámara de forma circular, cerrada en falsa cúpula por aproximación de hiladas de piedra, que culmina con un monolito plano. En el otro lado se abre la entrada a la segunda cámara de planta también circular, pero de menores dimensiones y que también se cierra con una falsa cúpula. En esta cámara hay una losa empotrada en la pared bajo la cual se encontró el ajuar del dolmen. Las paredes están formadas por lajas de piedra y las cobijas son grandes losas. En la transición del corredor a la cúpula, las piedras aparecían cortadas de forma oblicua.

Por otro lado, las representaciones pictóricas del periodo inicial de los metales (cultura de los Millares) se caracterizan por la esquematización de la figura humana, en la que destacan los grandes ojos: ídolo de Peña Tu (Puertas de Vidiago-Asturias).

En cerámica se desarrolla en este periodo la cultura del vaso campaniforme, que se corresponde con la segunda fase de la cultura de los Millares. Esta cultura se identifica por su cerámica, que tiene forma de campana invertida y está decorada con motivos geométricos impresos.

 

Peña Tu (Asturias)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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4.- La Edad del Bronce

En el período de la Edad del Bronce destacan en la península Ibérica dos culturas: la del Argar, en el sureste peninsular, y la ciclópea en las Islas Baleares.

El Argar

La cultura de El Argar se extiende desde los inicios de la Edad del Bronce. Se desarrolló en el sudeste de la península Ibérica entre ca. 2200 y 1550. Utiliza bronces de buena calidad y sólo las hoces de siega se hacen de sílex. Su economía se basa en la agricultura y en la minería, explotadas de forma intensiva. Los poblados están situados en los altos y rodeados de murallas, características de una sociedad guerrera. El surgimiento de El Argar supuso una ruptura con respecto al periodo calcolítico precedente en aspectos como el desarrollo tecnológico, las relaciones económicas, los patrones urbanísticos y de organización territorial, o los ritos funerarios. Cambian radicalmente los enterramientos al desaparecer los megalitos; las tumbas que se hacen individuales o por parejas. Los enterramientos están dentro del poblado, debajo de la vivienda, en cistas o en urnas de cerámica.

Cultura baleárica

En el tercer milenio, durante el neolítico, llegan los primeros pobladores a las islas de Baleares. A mediados del II milenio a.C., durante el Eneolítico o Calcolítico, hay evidencias de contactos directos con otros pueblos o de la llegada de nuevas gentes a las islas.

A finales del segundo milenio y durante el primer milenio se desarrolla en las islas de Mallorca y Menorca una cultura propia de las islas conocida como pretalayótica. Los resultados son distintos en cada isla. Sus manifestaciones más conocidas son las diversas construcciones megalíticas.
En Menorca se encuentran las navetas, tumbas colectivas con forma de tronco de pirámide invertida. Tienen una cámara funeraria rectangular alargada y su forma exterior recuerda las mastabas egipcias.
Las taulas aparecen también en Menorca. Están formadas por dos piedras de gran tamaño, colocadas una vertical, y la otra, de forma horizontal, situada encima. Se supone un carácter funerario a esta construcción; tal vez, para exposición del difunto.

A principios del primer milenio a.C. cobra auge la cultura talayótica, con su enorme riqueza monumental, en la isla de Mallorca. En sus inicios, se corresponde con la época del bronce final. Los túmulos escalonados empiezan a dar paso a un número enorme de talayots (más de quinientos repartidos entre las dos islas), que son construcciones en forma de torre, construidas con piedras de gran tamaño. Los talayots son grandes construcciones de aparejo ciclópeo con forma de torre. Se las asocia a poblados y murallas, delimitando recintos o sirviendo de guía para la defensa.
Esta cultura baleárica está relacionada con otras culturas mediterráneas. Relación estrecha guarda con la cultura que se desarrolla en la isla de Cerdeña (nuragas).

Las cabezas de toro de Costitx testimonian el culto al toro, tan extendido por todo el Mediterráneo (basta recordar la cultura cretense). Aunque esto es dudoso, pues también podrían ser símbolos de divinidades asociadas a la ganadería, a la fecundidad o a la guerra. También se discute sobre su origen: si fueron fabricadas en la isla o importadas de centros más refinados.

Al comienzo de la edad del hierro en las islas,  los fenicios, y luego cartagineses, se instalan en las islas de Ibiza y Formentera, ejerciendo actividades colonizadoras en las de Mallorca y Menorca. Finalmente, en el 123 a.C., el Imperio Romano se anexiona las islas, incorporándolas así a la historia escrita del Mediterráneo occidental. Se pone así punto final a esta cultura.

 

Naveta de El Tudons (Ibiza)

 

 

 

 

 

 

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