La fuente de Foncalada, a raíz de las investigaciones de los años 90 del pasado siglo XX, ha sido objeto de una completa reinterpretación. Hasta entonces se pensaba que se trataba de una humilde fuente pública edificada en forma de edículo en época de Alfonso III. Sin embargo, a raíz de los mencionados estudios, ahora se sabe que se trata de un importante monumento, tanto por materiales como por concepción, destinado a baños, con origen en los nínfeos pompeyanos romanos, no descartándose que formase parte de un complejo mayor. En cuanto a su datación, el análisis de su epigrafía la relacionan más bien con el patrocinio de Alfonso II, a principios del siglo IX.
La construcción consta de tres partes:

a) Un canal de suministro del agua desde un manantial hoy desconocido que aflora a través del edículo (pequeña construcción). Está formado por grandes losas calizas sobre las que se levantan unos muros de piedra; el conjunto se cubre con otras piedras calizas. Esto se puede ver por la parte posterior del edificio.

b) El edículo o templete, de proporciones cúbicas, con un remate en frontón a dos aguas, bóveda de cañón seguido que desemboca en arco de medio punto por donde aflora el agua procedente del canal. Está ejecutado al modo romano; sus muros son de sillares unidos con argamasa de ladrillo y cal. En el frontón, sobre el arco, se dispone una inscripción atribuida a Alfonso III, pero que también aparece en la cruz de los Ángeles de Alfonso II: "HOC SIGNO TVETUR PIUS, HOC SIGNO VINCITUR INIMICVS. SIGNVM SALVTIS PONE DOMINE IN FONTE ISTA VT NON PERMITAS INTROIRE ANGELVM PERCVTIENTEM" (Con este signo se ampara el justo, con este signo se vence al enemigo. Pon, Señor, el signo de salud en esta fuente, y no permitas entrar al ángel golpeador). El tipo de letra, capital romano cuadrado, es semejante al de las inscripciones de la iglesia de San Tirso, obra indiscutida del reinado de Alfonso II.

c) Un estanque de grandes dimensiones con destino inicial para el baño por inmersión, estructurado, a su vez, en dos partes: la inmediata al edículo, con proporciones dobles a las del mismo. Tiene unos deambulatorio laterales para acceder a la piscina. Se cierra por un muro perimetral que se elevaba hasta una altura pareja con la de las impostas del arco de medio punto de la fachada del edículo.

El estanque alcanzó un alzado, hasta el plano de las plataformas de los deambulatorios y los muros perimetrales, de unos 60 cm,  Por su extensa superficie manifiesta una función relacionada con el uso directo del mismo, impresión que se refuerza por la presencia de las escaleras de acceso. Si bien la poca profundidad no lo hace idóneo para la natación, su gran tamaño sí lo habilita para los baños por inmersión, en relación con la atribución de propiedades medicinales a sus aguas.
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