Beato de San Miguel de Escalada

El ilustrador representa el pasaje del Apocalipsis XII, 1-18: "Y una gran señal fue vista en el cielo: una mujer vestida de sol y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas... Y otra señal fue vista... un dragón grande, rojo, que tenía siete cabezas... y su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo... y el dragón se ha apostado frente a la mujer...La mujer dio a luz un Hijo varón destinado a regir todas las gentes... Y se trabó una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles iniciaron el combate contra el dragón... Y fue precipitado el dragón grande... que se llama diablo y Satán... Y como vio el dragón que había sido precipitado a la tierra se dio a perseguir a la mujer... Y lanzó de su boca tras la mujer agua como río".En este pasaje está el origen de la iconografía de dos temas centrales en el arte cristiano: la Inmaculada Concepción y san Miguel.

La presencia de la "Cruz de los Ángeles" como frontispicio en casi la mitad de las dos docenas largas de Beatos ilustrados conservados hoy, demuestra de forma clara la conexión íntima entre el Comentario al Apocalipsis"de Beato de Liébana y la obra de la Reconquista. El Alfa y Omega que cuelgan de sus brazos le dan significación apocalíptica. La inscripción del fondo (común en varias iglesias asturianas) reitera la función simbólica: "Con este signo se protege al piadoso. En este signo queda vencido el enemigo" (Hoc signus tuetur pius. In hoc signo vincitur inimicus).
"Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta tres espíritus inmundos a modo de ranas; pues son espíritus de demonios obradores de prodigios, que se dirigen a los reyes del mundo entero con el fin de congregarlos para la batalla del gran día de Dios Omnipotente". En esta página se ilustra el pasaje del Apocalipsis, XVI,13-16.