Situación

Esta pequeña capilla funeraria (señalada con la flecha) situada en el claustro de la iglesia franciscana de la Santa Cruz en Florencia fue encargada por Andrea de Pazzi, perteneciente a una influyente familia de banqueros florentinos rivales de los Médicis, contra quienes llegaron a conspirar.
Brunelleschi, a partir de los monumentos clásicos y de las realizaciones del románico toscano, creó un estilo arquitectónico muy personal, en el que desempeñan un papel fundamental las matemáticas, las proporciones y los juegos de perspectiva. En los edificios que llevan su firma, las partes se relacionan entre sí y con el todo mediante fórmulas matemáticas, de manera que, por ejemplo, una sección es la mitad o la cuarta parte del todo, etc. También entran en juego las combinaciones de diferentes figuras geométricas (cuadrado, círculo, triángulo), ya que para Brunelleschi, como buen renacentista, la estética no era un juego de azar sino el resultado de la correcta aplicación de una serie de leyes preestablecidas. Precisamente por ello, sus edificios no son aptos para suscitar emociones sino para intentar comprender fría y racionalmente las leyes que el artista quiso plasmar a través de sus realizaciones. Su arquitectura elegante y moderadamente ornamental queda compendiada a la perfección en dos espléndidas creaciones: la capilla Pazzi y la Sacristía Vieja de San Lorenzo. Son dos obras de planta central, basadas en la armonía visual y en la alternancia, característica del artista, entre arenisca gris y estuco blanco.
Bruneleschi refleja claramente en la planta la intención de utilizar la proporción divina para realizarla. Para comenzar, esta planta contiene un eje simetral que da cuenta de una simetría entre ambas partes. Además, la forma de la planta esta hecha a base de rectángulos áureos los cuales dan con el número de oro y cuadrados de una misma media que se repiten. Así la planta se compondría de un gran rectángulo central, cuatro laterales en los extremos y dos cuadrados centrales.
La altura de la capilla Pazzi se compone de cuatro rectángulos áureos que contienen el numero de oro. Vemos que los elementos del cuerpo mayor se inscriben en la primera parte del espiral y, luego, los soporte se inscriben en el siguiente segmento. Y así sucesivamente dan con la serie Fiboracci.
Fachada y pórtico
El pórtico de entrada se divide en cinco tramos. Es una estructura adintelada que descansa sobre seis columnas de orden corintio y cubiertas con bóveda de cañón con casetones. El tramo central se ve resaltado por el arco de medio punto que se corresponde con una cúpula sobre pechinas con decoración de conchas del interior. Este tipo de fachada que alterna el dintel y el arco central se conoce con el nombre de fachada serliana y el arco de medio punto central alineado con la puerta de entrada marca un eje longitudinal que contrasta con el eje transversal del pórtico.

La fachada de la capilla se encuentra dividida por pilastras de orden corintio, entre las cuales se abren ventanales que iluminan el interior. La puerta adintelada aparece rematada por un frontón triangular a la manera clásica. La cubrición es de bóveda de cañón con casetones y una cúpula sobre pechinas con decoración de conchas del interior. La cúpula destaca por la compleja decoración y brillante policromía y es obra de Luca della Robbia, autor también del tondo con San Andrés (patrono del comitente) sobre la puerta.

Capilla interior rectangular

El espacio interior es de reducidas dimensiones pero tratado con grandiosidad. En esencia es un espacio rectangular en el que no quiso Brunelleschi renunciar a la cúpula como elemento de cubrición central.
Para conseguir su idea, en los extremos del rectángulo crea dos tramos cubiertos con bóvedas de cañón con casetones que terminan en arcos de medio puntos. Además levanta otros dos grandes arcos de medio punto, uno sobre la entrada principal y otro sobre el acceso al ábside. Ya tiene los cuatro arcos torales que permiten la cubrición con una cúpula montada sobre cuatro pechinas. La cúpula gallonada con doce nervios entre los cuales abre óculos y remata con una linterna.
Ábside
El pequeño ábside central, donde se encuentra el altar, es también un cuadrado cubierto por una cúpula sobre pechinas. Está pintada por Giuliano d 'Arrigo, ilustre pintor del XV.
Las formas geométricas que esa, el cuadrado para la planta y el círculo para las bóvedas, responden a una mentalidad neoplatónica humanística propi del humanismo del época. El cuadrado simbolizaba al ser humano mientras el círculo o la esfera representarían a Dios. Así la unión perfecta de ambas formas geométricas simbolizarían la fusión del Hombre y Dios (como dejaría Leonardo Da Vinci plasmado posteriormente en su famoso estudio anatómico conocido como Hombre de Vitrubio). Además, y siguiendo con el neoplatonismo, reduce al mínimo la decoración y deja que sean los propios elementos constructivos como pilastras, arcos o entablamentos los que, además de su función arquitectónica, contribuyan, con sus diferentes líneas rectas verticales, horizontales o curvas, a crear un conjunto de gran belleza. Para resaltar este efecto aún más Brunelleschi utiliza el blanco para sus paredes; el blanco es símbolo también de la divinidad.
Hacia el final de su carrera, sobre todo en edificios como la inacabada iglesia de Santa María de los ángeles (comenzada en 1434), la basílica del Santo Espíritu (comenzada en 1436) y la capilla Pazzi (comenzada en 1441), todos ellos en Florencia, abandonó el estilo lineal y geométrico para adoptar otro más escultórico. Este estilo, con sus rítmicos contrastes entre vacíos y llenos, fue el primer paso hacia el renacimiento tardío de Miguel Ángel, que a su vez inspiró a los arquitectos barrocos.