La concreción del ideal De Bramante se pone de manifiesto en el edificio de planta central rematado en limpia cúpula sobre tambor conocido como el Templete de San Pietro in Montorio. Fue costeado, en agradecimiento por la toma de Granada, por los Reyes Católicos de España en 1503, como patronos de la aneja basílica del Monte Janículo, para enaltecer el lugar donde la tradición cristiana fija la Crucifixión del primer Papa. Se convirtió desde el primer día en el manifiesto de todo el estilo de Bramante. Consta de dos pisos al incluir, bajo el suelo del patio, una cripta circular que cubre la roca del martirio del Apóstol. El edificio se alza sobre algunos escalones circulares que le proporcionan una cierta perspectiva. Sobre ellos eleva un airoso edículo cilíndrico, rodeado por una columnata de 16 columnas orden toscano con triglifos en el friso entre metopas con bajorrelieves alusivos a la vida de San Pedro. Se inspira indudablemente en los tholos griegos de Epidauro, Delfos y Olimpia, o en los más cercanos templos romanos circulares de Vesta o la Sibila. El cilindro adopta por encima de la balaustrada aspecto de tambor con ventanas abiertas o ciegas con conchas de gallones, y termina en cúpula semiesférica con esfera y cruz. Aunque no se lo rodeó de un patio circular, como sabemos por el grabado de Serlio quiso Bramante, sino rectangular, el Templete produce a pequeña escala diáfana impresión de monumentalidad clásica, en la que los ascendientes grecorromanos se sueldan en armónica concordativo con la rememoración cristiana. |