El retablo está realizado en alabastro policromado, con guardapolvo de madera, y está dedicado a la asunción de la Virgen. Aunque el estilo de la estructura se enmarca dentro del gótico final, las escenas figurativas muestran características plenamente renacentistas. Su construcción tuvo lugar en dos etapas: la primera entre 1509 y 1512 en la que se tallan el banco y el sotobanco y la segunda entre 1512 y 1518 cuando se talló el cuerpo principal.
La calle principal tiene la escena de la ascensión de la Virgen, sobre la que dispone un óculo, elemento presente en muchos los retablos aragoneses. Las escena de la presentación de María en el templo (izquierda) y la Natividad de la Virgen (derecha) ocupan las calles laterales.