Esta obra, terminada en 1417, la realiza para los espaderos y fabricantes de armaduras. La vitalidad que desprende esta obra resultó tan original a los florentinos como las novedades técnicas que incorpora el relieve de la Muerte del dragón, situado bajo sus pies. No en vano, Donatello simultaneaba aquí, por vez primera, la perspectiva lineal con el schiacciato (relieve aplastado), consistente en graduar la composición mediante una sucesión de planos aplastados, que prestan efecto pictórico al conjunto.