Ganado el concurso Ghiberti se abocó a la tarea que involucró muchos
años y muchos ayudantes, algunos de los cuales luego se convirtieron en
grandes artistas como Michelozzo, Donatello, Uccello. El taller de
fundición de Ghiberti fue fundamental en la historia de la escultura
florentina, con anterioridad las piezas de bronce se enviaban
generalmente a Venecia. La tarea se desarrolló entre 1401-1425. Así lo
relata el propio artista: "Se me adjudicó y encargó que hiciera la citada puerta de bronce para el citado templo, cosa que ejecuté con gran diligencia. Y ésta es la primera obra: con la decoración de su alrededor ascendió a cerca de veintidós mil florines. Hay en esa puerta veintiocho cuadros: en veinte de ellos hay las historias del Nuevo Testamento y en los bajos cuatro evangelistas y cuatro doctores, con gran cantidad de cabezas humanas en toda la obra; fue realizada con gran amor y cuidado, con marcos y hojas de hiedra, y las jambas con riquísimos festones de hojas de muchas clases. El peso de esta obra fue de treinta y cuatro mil [libras]. Se llevó a cabo con muchísimo ingenio y diligencia." |
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Los veintiocho paneles de la puerta, actualmente ubicada en el lado norte, se vieron condicionados por el formato cuadrilobulado que ya tenían los paneles ejecutados por Andrea Pisano en la puerta más antigua. Cada panel contenía relativamente pocas figuras que se destacaban por añadidos de dorados en los sectores más importantes. Las imágenes, si bien corresponden a los comienzos del Renacimiento, ya hacen referencia a modelos clásicos dentro de estructuras claras, perfectamente legibles. | |