"Hay 24 figuras en el marco que flanquea las citadas historias, y entre un marco y otro una cabeza: hay 24 cabezas. Realizada con un enorme estudio y esfuerzo, ésta es, de todas mis obras, la más singular que yo haya producido, y fue completada con absoluto arte y medida e ingenio. En el marco exterior, que está en las jambas y en el dintel, hay una ornamentación de hojas y de pájaros y pequeños animales en posturas acordes con dicho adorno. Además hay otro marco de bronce; en las jambas hay también adornos en relieve bajo hechos con extraordinario arte, como asimismo abajo en el umbral: dicha decoración es de bronce pulido. Pocas cosas de importancia se han hecho en nuestra tierra que no hayan sido diseñadas y dispuestas por mi mano."
Con la última frase el artista traduce el orgullo profesional por sus obras y el acentuado individualismo propio del Renacimiento.
La puerta del Paraíso ha sido siempre admirada como su obra maestra. En 1966, con la inundación del río Arno fue severamente dañada; luego de su restauración se la trasladó al museo de la catedral y se la sustituyó por una copia.