Óleo sobre lienzo. Galería de la Academia de Venecia.
Gentile Bellini será el pintor de la ciudad de Venecia en su plenitud,
con sus procesiones y ceremonias. El Milagro de la Cruz es posiblemente
su obra más famosa; encargada por la Escuela de San Juan Evangelista,
formaba parte de una serie dedicaba a la exaltación de una reliquia de
la Sagrada Cruz que guardaba la cofradía. Gentile Bellini presenta el
momento del hallazgo recogiendo los monjes la reliquia caída en un
canal; el tema se convierte en elemento secundario de la composición,
interesando más la ambientación arquitectónica y la descripción de los
personajes, introduciendo al espectador en el ambiente veneciano del
Quattrocento. La iluminación empleada es una característica fundamental
ya que servirá de precedente a la generación siguiente encabezada por
Tiziano. Con este tipo de representaciones se puede comparar a Gentile
Bellini con Ghirlandaio a la hora de abandonar la temática para
centrarse en el anecdotismo, otorgando un sentido más profano a las
composiciones sacras. |