El personaje aquí representado es uno de los miembros de la poderosa familia Médici; Giuliano era el hermano menor de Lorenzo el Magnífico, quien tenía en sus manos el poder de la ciudad en aquellos momentos. Giuliano fue asesinado en una conjura para eliminar del poder a los Médici por parte de la familia Pazzi.  La figura se presenta de tres cuartos, casi de perfil, recortada su cabeza sobre una ventana en la que no existe referencia espacial. Su ropaje rojizo contrasta con la palidez del rostro, destacando el abatido gesto y la seguridad de la línea con que Botticelli ejecuta la figura. Hay que señalar que Botticelli pintó a Giuliano ante una puerta abierta que, en el muy complejo simbolismo humanista florentino de la época, es el símbolo de la muerte, el paso de la vida en la tierra al más allá. Se cree, y esto aumenta el interés del retrato, que Lorenzo lo encargó inmediatamente después del asesinato de su hermano Giuliano.
 Hay cuatro cuadros similares de Botticelli de Giuliano. En la versión de Washington DC, la que estamos viendo, aparece en primer plano una tórtola posada en una rama seca, símbolo de la Muerte. En la imagen inferior, la versión del Staatliche Museen de Berlín.