Esta es la escena principal de un ciclo dedicado a la vida de san Pedro, en la capilla Brancacci. El jefe de dicha familia, Felice, era un rico comerciante de sedas, enviado a menudo como embajador de la república florentina y miembro importante del consejo de cónsules marítimos. El tema del fresco se refiere a una escena religiosa sacada de Mateo 17, 24-27. Se trata de un hecho milagroso en el que el protagonista es Cristo y en el que Pedro no hace más que obedecer. En el centro, el recaudador de impuestos, de espaldas al espectador, pide al grupo de los doce apóstoles, reunidos alrededor de Cristo, la entrega de la cantidad debida para entrar en la ciudad. Cristo ordena a Pedro que dé el dinero. Al fondo, y a la izquierda de la escena, Pedro descubre la suma necesaria en el vientre de un pez. A la derecha, Pedro paga al recaudador. Simbólicamente, esta escena se ha interpretado como una alusión al sistema fiscal recién establecido en Florencia. Y viene a decir que la Iglesia debería tributar con dinero procedente de limosnas y no con bienes de su propiedad.
El tratamiento del cuerpo humano está tomado de la concepción del estoicismo romano referente a la dignidad del cuerpo y al respeto que se le debe como obra maestra de la creación. Las figuras, llenas de "gravitas" romana y en actitud francamente estoica, están modeladas sobre la base de una observación escrupulosa de la naturaleza; se evidencia un conocimiento profundo de las diferencias individuales en las cabezas, cuerpos y telas. La composición es tranquila, económica y grandiosa; está fundada principalmente sobre verticales, cuya eficacia se encuentra realzada por las escasas líneas rectas diagonales. Incluso el paisaje, con sus curvas y superficies, está subordinado a la construcción racionalista del todo. Unas cadenas montañosas ocupan el lugar de las antiguas rocas convencionales. Todo realismo superficial de los detalles está ausente, tanto en el paisaje como en las figuras. El color se aplica para alcanzar una gradación en relación con las leyes perspectivas del espacio tridimensional. La gama fría del paisaje del fondo determina el alejamiento de esta parte de la composición. La luz se utiliza como elemento que, además de subrayar y establecer la corporeidad de las figuras y objeto, establece una relación ambiental entre ellos. Aquí la luz cumple una función precisa en la determinación imaginativa del espacio: al interponerse entre las figuras y objetos, además de la gradación de los contornos, la perspectiva se ofrece como perspectiva aérea más que lineal.
Estamos ante una construcción racionalista y sistemática del espacio, de las figuras y de la composición. El espacio está organizado científicamente, edificado lógicamente por un sistema de perspectiva: se trata de una tentativa de ultrapasar la observación fortuita y subjetiva, y de objetivar y racionalizar las impresiones visuales. Las matemáticas ayudan a Masaccio a encontrar la mayor unidad posible en su construcción espacial y a disponer de los distintos elementos de una manera lógica.