El entierro de Cristo fue pintado por encargo de
Atalanta Baglioni, en memoria de su hijo Grifonetto, muerto en 1500,
en el transcurso de las luchas intestinas que se desarrollaron en
Perugia, para la capilla que dicha familia poseía en la iglesia de San
Francesco. El conjunto quedó concluido en 1507, de modo que su
realización tuvo lugar en Florencia. El esquema general de la
composición deriva de la Piedad de Perugino, pintada en 1495, que se
conserva en la Galeria Pitti de Florencia, si bien el tratamiento de las
figuras, sintético y expresivo, es puramente rafaelesco. |