El altar -ara- es una especie de pequeño templo sin cubrir, rodeados de muros, y cerrado por una puerta. Es un espacio consagrado, como en los demás templos, a una divinidad. Esta divinidad puede ser una idea abstracta, una virtud que se quiere magnificar personificándola: la Paz (Ara Pacis), la Piedad (Ara Pietatis), la Providencia (Ara Providentiae). Tiene en su centro interior, un altar, es decir, una construcción de albañilería que sirve para los sacrificios. En los demás templos, los sacrificios se realizaban al exterior, sobre un altar que también se llamaba ara. No es un lugar destinado para devociones particulares, sino para ceremonias públicas, en un Estado en el que están íntimamente unidas la vida política y la vida religiosa. |