Los antiguos romanos tomaron el conocimiento de la bóveda de cañón, también llamada a veces de medio cañón, de los etruscos. Utilizaban unas cimbras de madera para facilitar la construcción de bóvedas de longitud grande. En su construcción empleaban ladrillos y hormigón. Imagen superior. Abajo, bóveda con casetones del arco de Tito. |