Generalmente las calzadas eran trazadas por
ingenieros militares, los cuales supervisaba su construcción. El uso de
esclavos o prisioneros de guerra era frecuente, si bien en ocasiones
eran los propios legionarios los que las realizaban. Para realizar una
calzada se comenzaba por excavar una trinchera adaptada a las
dimensiones que fuese a tener la vía. A lo largo de la calzada se hacían
también canales de drenaje y pequeños desagües.
Imágenes superiores: calzada romana en Bárcena Piede Concha (Cantabria). |