Casa o domus romana
Casa o domus: planta
Casa o domus
Casa o domus: compluvium

Los tipos básicos de la vivienda romana eran dos: la domus y la insula. La domus es la casa unifamiliar de un solo piso, para ricos, que deriva de la vivienda etrusca y de la helenística.  La domus romana urbana es una mezcla de casa-atrio etrusca y casa-peristilo griega. Su planta era una secuencia de habitaciones que daban a un patio central. La típica del último período romano tiene dos patios rectangulares: el más pequeño o atrio es el área pública de la casa y consistía en un gran espacio central con una obertura rectangular en el techo por donde entraba luz y aire, y también el agua de la lluvia que se recogía en un estanque -el impluvium- conectado a una cisterna subterránea; el más grande o peristilo está reservado al área familiar y privada. En línea recta con la entrada, al otro lado del atrio, estaba el tablinum, la habitación principal, presidida por el señor de la casa. El resto de habitaciones daban al atrio, ordenadas con normas básicamente simétricas. Daba la espalda a la calle con sus paredes sin ventanas y así sus ocupantes tenían un grado de intimidad que no tenían los inquilinos de las insulae. El interior, en cambio, era suntuoso, el suelo solía ser de mármol o mosaico, las paredes decoradas con frescos, las vigas ornamentadas y un sinfín de pequeñas estatuas y cerámica estaban esparcidas por la casa. El compluvium, techo aguantado por vigas apoyadas en las paredes, protegía la periferia del atrio y llevaba el agua de la lluvia hacia el impluvium. En el peristilo se hacían las actividades familiares; tenía también su impluvium y se usaba como jardín. En verano, unos cortinajes rojos (cortinae) protegían del sol. A su alrededor se distribuían las habitaciones (cubicula) con camas de piedra, el comedor (triclinium) y la cocina (culina).
Este tipo de casa no parece muy interesante sobre el plano, aunque el juego de luz y sombras, el contraste entre el atrio iluminado, el tablinum oscuro y detrás el peristilo inundado de luz, producen un efecto sorprendente. Cabe subrayar también el sentido del orden, la progresiva combinación axial hasta llegar a un punto culminante.