Roma contó con 17 foros a lo largo de su
historia urbana, pues cada emperador se esmeró en construir el suyo
propio. Esta operación requería costosas expropiaciones de fincas
particulares, que sólo podían acometerse con el botín de una guerra
victoriosa. El ensanche desahuciaba a numerosos ciudadanos que tenían
que buscar casa en los barrios periféricos, encareciendo el suelo
habitable. El primero de los foros corresponde al período republicano y
el segundo, a Julio César (45 a.C.). Augusto (42 a.C.-2 d.C.) inauguraba la brillante serie de foros imperiales, que Plinio el Viejo adula como "una de las obras más bellas que ha visto el orbe". El arquitecto Apolodoro de Damasco proyectó para Trajano (113) el más monumental, con ábsides en las esquinas. |