El anfiteatro de Itálica fue un obsequio del emperador Adriano a su patria de origen en el siglo II. Tenía un aforo para 25.000 espectadores. Las fieras salían del sótano hundido en la arena, que durante el espectáculo permanecía cubierto con tablones de madera. Las dos puertas en el eje del ruedo reciben, por oposición, el nombre de triumphalis y libitinaria. Por la primera entraban los gladiadores y por la segunda se evacuaba a las víctimas. |