Las obras de este acueducto fueron iniciadas por Augusto y fue reacondicionado por Trajano y Constantino.  El popular nombre de "los Milagros" se debe a que los emeritenses consideran un prodigio que sus pilares hayan permanecido en pie. Trasladaba el agua a la ciudad desde el embalse de Proserpina (foto inferior), sorteando el valle del río Albarregas. Los musulmanes copiarán en la mezquita de Córdoba la solución de entibar los pilares mediante arquerías.
La presa romana de Proserpina está situada a unos cinco kilómetros de Mérida, y forma un pequeño embalse en el arroyo de Las Pardillas, subafluente del Guadiana por margen derecha, a través del río Aljucén. En origen la presa y su embalse formaron la cabecera de uno de los tres grandes sistemas de abastecimiento de agua a la colonia Augusta Emerita; más tarde, una vez perdida esta función, las aguas retenidas en Proserpina se fueron aplicando a otros fines distintos de los previstos por los romanos. Esta situación, de la que hay algunas referencias –tanto de usos del agua como de reparaciones de la estructura- se ha mantenido, en la práctica, hasta nuestros días, lo que explica el buen estado de conservación de la obra.