El Ara Pacis es un monumento conmemorativo construido en
mármol entre el
13 y el en el 9 a. C. por decisión del Senado, en acción de gracias por
el regreso del emperador Augusto
tras sus victoriosas campañas en Hispania
y Galia. Está dedicado a la diosa de la Paz y
levantado en Roma. Cada año se sacrificaba un carnero y
dos bueyes. Presenta dos puertas: una frontal para el sacerdote oficiante,
precedida de una escalinata, y otra posterior para las víctimas; estas
puertas estaban orientadas originalmente al Este y al Oeste. En su
interior, el centro está ocupado por el ara propiamente dicha que se
asienta sobre un pedestal escalonado. Lo más destacado es la decoración escultórica que recubre el edificio. En el interior, el friso está decorado con guirnaldas y bucráneos. En el exterior los zócalos se recubren de roleos de acanto y grecas, junto con decoración de candelieri en las pilastras interiores y exteriores. Los frisos exteriores tienen distinta decoración según su ubicación: en los muros laterales están los personajes que van a la procesión; flanqueando las puertas hay cuatro alegorías. Precisamente varios fragmentos que se descubrieron en 1568 y su decoración vegetal de guirnaldas y roleos inspiró toda la plástica del Renacimiento. A partir de 1930 se reconstruyó con los restos encontrados en el XVI. La procesión de los frisos laterales representa a Augusto, su familia, amigos, magistrados y senadores. Componen un magnífico conjunto de retratos en los que se advierte una fuerte influencia de las Panateneas del Partenón, si bien los personajes van en la procesión en dos filas con más orden y disciplina que en el templo ático. Se combinan altorrelieves con medio y bajorrelieves, que contribuyen a crear sensación de profundidad. Todo el conjunto estaba pintado. Abajo, reconstrucción del monumento pintado. |
Gracias al relieve de la Procesión Imperial del Ara Pacis tenemos una imagen completa de la familia de Augusto. En ésta fotografía solo falta Augusto, quien estaría a la izquierda, rodeado de los dos cónsules. |
Augusto acompañado por cónsules, sacerdotes y otros
oficiales. También hay miembros de la familia, algunos identificados,
como Marco Agripa, el última a nuestra derecha, con la cabeza velada. |
Estamos ante una obra que combina los elementos de
origen griego y helenístico (la influencia de Fidias,
las alegorías y elementos decorativos helenísticos),
con el realismo y la sobriedad características de la tradición romana
del retrato. |
Augusto, en el papel de rex sacrorum (el rey de lo sagrado), aparece acompañado por los flamen diales (sacerdotes de Júpiter), y los lictors (otro sacerdote). Marcus Agrippa es la figura que aparece en mitad de la lámina, también velada como un auger or pontifex, y el joven que está a su lado es probablemente su hijo (y nieto de Augustus). Al lado, Livia, la segunda mujer de Augusto. |
Miembros del Senado que acuden al acto por la paz de Augusto. |
Las alegorías están relacionadas con la mítica fundación de Roma. De los cuatro originales solo dos se han conservado casi completos; uno de éstos representa a Eneas (en la imagen) y el otro (abajo), mejor conservado, a La Tierra, como una mujer con dos niños, flanqueada por los genios fertilizantes del Aire sobre un cisne y del Agua sobre un monstruo marino (tritón?); todo ello acompañado de frutos y animales que hacen alusión a la prosperidad proporcionada por la Paz de Augusto. |
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