Con
Trajano (53-117) se afirma un lenguaje artístico nuevo y se utiliza la
columna como soporte para una narrativa. En esta columna se
desarrolla en una cinta helicoidal un conjunto de relieves, importantes
para el tratamiento plástico de la escultura, en la que los golpes de
cincel tienen un matiz impresionista, y por la composición y
representación de tipos se alejan del idealismo helénico para inscribirse
en la corriente realista y popular. A lo largo de un desarrollo de 200 metros, no se advierte un
vacío, ni un instante de fatiga inventiva; es como un libro esculpido en
mármol. El relieve, muy plano, de manera que no se altera la línea
arquitectónica de la columna, se vale de mil trucos -pieles, corazas,
árboles, piedras- para no caer en la monotonía. Miquel Ángel decía que los venecianos nunca llegarían a la
perfección artística porque no poseían una columna trajana como la tenían
ellos en Roma. |