Columna de Trajano

Con Trajano (53-117) se afirma un lenguaje artístico nuevo y se utiliza la columna como soporte para una narrativa. En esta columna se desarrolla en una cinta helicoidal un conjunto de relieves, importantes para el tratamiento plástico de la escultura, en la que los golpes de cincel tienen un matiz impresionista, y por la composición y representación de tipos se alejan del idealismo helénico para inscribirse en la corriente realista y popular. A lo largo de un desarrollo de 200 metros, no se advierte un vacío, ni un instante de fatiga inventiva; es como un libro esculpido en mármol. El relieve, muy plano, de manera que no se altera la línea arquitectónica de la columna, se vale de mil trucos -pieles, corazas, árboles, piedras- para no caer en la monotonía. Miquel Ángel decía que los venecianos nunca llegarían a la perfección artística porque no poseían una columna trajana como la tenían ellos en Roma.
Las escenas se suceden unas tras otras, sin marco de separación para cada combate o cada momento de acción, sin embargo las figuras están hábilmente agrupadas y fácilmente se comprende el sentido de cada cuadro. En algunos momentos, las ilustraciones son de un realismo extraordinario, pero se advierte que el espíritu romano está en contacto con el elemento nórdico, romántico, de los pueblos bárbaros, que tenían que infundir su espíritu en los tiempos medievales. Encontramos grupos de bárbaros, con gesto dolorido, que discuten la marcha de los acontecimientos en los bosques de Germania, las mujeres participan en la lucha y, finalmente, cuando el jefe de la resistencia, Decébalo, muere en la batalla, la Luna se le aparece como una valquiria germánica. Podemos ver, después, las bellas escenas de la paz, cuando los jefes bárbaros prestan acatamiento al emperador; las escenas del campamento, los cuadros de la vida militar romana, llenos de realidad y naturalismo.

Columna de Trajano
Columna de Trajano
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Columna de Trajano
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