La iglesia de san Pedro de Cervatos es más sencilla que las de Santillana o Castañeda. Es de una sola nave con un solo ábside. A pesar de ello, sus proporciones y pureza arquitectónica hacen de ella una joya. La conservación exterior es admirable. Salvo la torre, exigió una construcción rápida, pues todo el programa escultórico parece ser de la misma mano. Se puede fechar esta construcción en la primera mitad del siglo XII; mientras que la torre, con notas cistercienses y protogóticas, sería de finales del XII o comienzos del XIII como muestran los arcos apuntados. Durante el siglo XV se modificó la cubierta de la nave con bóvedas de crucería estrellada. Al no tener contrafuertes al exterior, posiblemente la primitiva cubrición románica fuera de madera en la nave central.

Al sur aparece esta sencilla portada, de arquivoltas lisas, solamente con baquetones, sin ningún tipo de decoración. La decoración está reservada al tímpano y al dintel. El tímpano está decorado con zarzillos y hojarasca. El dintel tiene una doble banda, una vegetal y la otra animalística. Los tres capiteles de cada lado son animalísticos, con cimacios de decoración vegetal. En las enjutas, igual que en Santillana, hay diversos motivos escultóricos: Adán y Eva, la Virgen y el Niño, san Miguel y el dragón, etc.