El desnivel de la catedral se iba haciendo cada vez más notorio. El maestro Mateo termina la nave central (color morado= con el mismo esquema que había realizado el maestro Bernardo el Joven. Para salvar el desnivel, que ya es importante, tendrá que hacer al final una cripta, mal llamada catedral vieja, para que la catedral quede terminada correctamente. Encima de ella levantará el Pórtico de la Gloria, y sobre él, el coro. El coro está más alto que la nave central, lo que le permite iluminar la nave central a través de un gran rosetón. La fachada, con las dos torres y el pórtico abierto, hoy tienen otra forma debido a la construcción en el siglo XVIII de la actual fachada del Obradoiro. En la imagen inferior, aspecto que tendría la catedral en esta fachada oeste de haber llegado intacta hasta nuestros días.

Gruesos pilares que sostienen el Pórtico de la Gloria. Esta cripta, mal llamada catedral vieja, permite que la catedral salve el desnivel del terreno sobre el que está edificada.