Mediado el siglo XI, el viejo monasterio
carolingio de Santa Fe de Conques procederá a una total renovación.
Según la crónica de la abadía, las obras de una nueva iglesia fueron
emprendidas por el abad Odolrico (1030-1065). El trabajo debió progresar
rápidamente, pues poco antes de su muerte había procedido a trasladar el
cuerpo de la santa a la cabecera de la iglesia nueva. A principios de la
centuria siguiente, fue necesario rehacer las partes altas del templo
porque éste amenazaba ruina. Según opinión bastante generalizada, el templo de Odolrico podría corresponder a la conocida disposición de las llamadas iglesias de peregrinación: templo de tres naves, con amplio crucero de igual estructura, y cabecera en forma de girola a la que se abren tres absidiolas. La gran diferencia con el común de la tipología reside en el escalonamiento de los dos ábsides que se disponen en cada brazo del transepto. El análisis de las partes altas, incluidas las tribunas de la nave, y las columnas de la girola nos indica que todo ello pertenece a las obras de restauración de principios del XII. |