Este Cristo es un claro exponente de la escultura románica catalana y manifiesta lo que de conceptual y solemne tiene el arte medieval. La representación del Crucificado, que se prodigó desde comienzos del siglo XII en el Pirineo catalán, es de dos tipos: Cristo doliente y Cristo en Majestad o Maiestas Domini que, como el que nos ocupa, presenta al Crucificado vivo y triunfante en la cruz. Esta última tipología, heredera de la tradición bizantina, se caracteriza por la rigidez y frontalidad de las figuras, representadas con grandes ojos abiertos y los pies clavados separadamente. La pieza, de calidad excepcional y en buen estado de conservación, presenta a Cristo sin corona vestido con una larga túnica, o colobium, de tipo siríaco, decorada con águilas imperiales. La esquematización de la figura, su actitud hierática y el rostro sin sufrimiento, tratan de transmitir su soberanía y magnificencia. La cruz, policromada por ambos lados, es también símbolo de realeza, por lo que se trata más de un trono que de un instrumento de suplicio. Sobre la cabeza de Cristo se lee la inscripción: IHS XPS REX ON, abreviatura de Iesus Christus Rex Iudeorum (Jesucristo Rey de los Judíos). Es plana y patada, es decir, con un ensanchamiento en los extremos. En su parte superior están pintadas personificaciones del sol y de la luna, que aluden al eclipse que se produjo a la muerte de Jesús; a la derecha está la Virgen, a la izquierda, San Juan y, en la parte inferior, Adán saliendo del sepulcro como símbolo de la redención del hombre por Jesucristo. Estas figuras muestran un avance naturalista que anuncia un estilo nuevo, el gótico. Se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Cristo de Torre del Río (Navarra). Es románico del siglo XIII.

Diversas imágenes de la figura de Cristo de los siglos XII y/o comienzos del XIII. El que tiene un brazo desenclavado pertenecía a un "descendimiento". Los tres de la parte superior son de madera policromada. El de abajo, al que le faltan los brazos, es de marfil.