El Colegio Teresiano o Colegio de las Teresianas es una obra del arquitecto modernista Antoni Gaudí. Fue concebido por San Enrique de Ossó para alojar un colegio y el convento de la Congregación de Religiosas Teresianas, que él mismo había fundado. La construcción se inició en 1887 bajo la dirección del arquitecto Joan Baptista Pons i Trabal, pero en 1888 Ossó encargó el proyecto a Gaudí, que ya había adquirido renombre tanto como arquitecto como persona devota, razón por la cual Ossó se decantó por él.
Del proyecto inicial de Pons i Trabal se había realizado tan sólo los cimientos. Gaudí cumplió la voluntad de la orden de reflejar austeridad en el edificio, en cumplimiento del voto de pobreza; siguiendo las indicaciones de las religiosas proyectó un edificio sobrio, realizado en ladrillo por fuera, y con algunos elementos de ladrillo por dentro.
 Gaudí coronó la obra con un conjunto de almenas que sugieren un castillo, posible alusión a la obra de Santa Teresa El castillo interior.
En los ángulos de la fachada figuran unos pináculos de ladrillo con una columna helicoidal culminada con la cruz de cuatro brazos, típica de las obras de Gaudí.
Estructura
 
En el interior existe un pasillo que es famoso por la sucesión de arcos catenarios que contiene. Estos arcos de líneas elegantes no son meramente decorativos, sino que tienen la función de sostener el techo y la planta superior. Gaudí utilizó el arco parabólico como elemento constructivo idóneo, capaz de aguantar pesos elevados mediante perfiles poco gruesos.
Se denomina catenaria a la curva que adopta una cadena (cuerda o cable) ideal perfectamente flexible, con masa distribuida uniformemente por unidad de longitud, suspendida por sus extremos y sometida a la acción de un campo gravitatorio uniforme.
Gaudí consideró que algunas soluciones técnicas del gótico, como los contrafuertes, eran "muletas" en los edificios por lo que los eliminó. Y para hacerlo, sustituyó los arcos apuntados por arcos de catenaria invertidos, que reducían las tensiones que se creaban por el peso que soportan las columnas. Esos arcos eliminan la verticalidad de las formas, ofrecen una mayor amplitud a los volúmenes y constituyen un ejemplo de las formas curvas del singular estilo modernista que desarrolló Gaudí.
Puerta de entrada al colegio (interior del porche).
Interior
Lateral del porche de entrada, con celosía de cristales de colores.

Puerta de entrada. Vestíbulo - Recepción.

Sala de visitas.

Decoración
Utilizando el argumento que el ladrillo no era caro, y que no había gran diferencia de costes en colocar las piezas de una forma o de otra, fue creando elementos decorativos donde le fue posible, tanto en el exterior como en el interior.
Coloca unos escudos de cerámica con diversos símbolos definitorios de la orden teresiana: el monte Carmelo coronado por la cruz, la estrella de ocho puntas, el corazón de Cristo rodeado por espinas y el de Santa Teresa atravesado por la flecha del amor a Jesús. 
Monograma de Cristo: Iesus Hominum Salvator (Jesús Salvador de los hombres)
T de cerámica en alusión a Santa Teresa.
También incorporó a la fachada rejas de hierro forjado, uno de sus materiales preferidos. Puerta de hierro forjado con tres cuerpos.
 Estrella de ocho puntas y los corazones de Santa Teresa y de Jesús.
Cruz de madera trabajada en una puerta.

Cristalera con las iniciales T A: Teresa de Ávila