La construcción del edificio se debió a la iniciativa de unos prósperos comerciantes de tejidos de León, que estaban relacionados con industriales textiles catalanes, uno de los cuales, Eusebi Güell, recomendó a Antoni Gaudí como arquitecto para diseñar la nueva sede del negocio de los leoneses. El proyecto de Gaudí fue un impresionante edificio de inspiración medieval, resuelto con su inconfundible estilo modernista. El edificio sirvió para albergar en sus plantas bajas los despachos y almacenes del negocio de tejidos, y disponía al mismo tiempo de viviendas en las plantas superiores.