La fachada orientada a levante, por donde nace el sol, está dedicada al nacimiento de Jesús y la vida. Se encuentra en la calle Marina. Las plantas de los campanarios son cuadradas y la diagonal de está planta es perpendicular a la fachada, lo que hace que cuando confluyen se forme un porche tripartido con tres portales dedicados a las tres virtudes teologales: Esperanza, Fe y Caridad.

Esta fachada está orientada a poniente. Representa la pasión y muerte de Jesucristo a través de formas geométricas en arista y una ornamentación desnuda y austera. Se encuentra en la calle Sardenya. Está formada por un porche de seis columnas, con tres puertas de entrada dedicadas también a las virtudes teologales y situadas entre cuatro campanarios. La sobriedad de la fachada se transmite, también gracias a la construcción de columnas en forma de hueso y a las sobrias esculturas de José María Subirachs.

El Templo de la Sagrada Familia, concebido con predominio de la verticalidad, es un edificio de cruz latina con cinco naves y un crucero de tres. Su claustro exterior circunda el edificio y une las tres fachadas: Nacimiento, gloria y pasión, cada una con cuatro campanarios de aproximadamente 100 m.

Los campanarios representan los 12 apóstoles y tienen entre 90 y 112 m. A determinada altura pasan de una forma romboidal a elíptica. La silueta de su tronco superior simula el báculo de los obispos, el nudo simboliza el anillo, y el final del campanario es un doble escudo similar a la mitra, que contiene una cruz dorada con las iniciales del apóstol al que va dedicado el campanario. En su interior hay alojada una espectacular escalera de caracol que llega casi hasta arriba de todo.

La única parte del templo edificada directamente por Gaudí es la que comprende el ábside y la fachada del Nacimiento con sus cuatro campanarios, de los que al morir el 1926 a la edad de 74 años atropellado por un tranvía, sólo había podido completar la base sin los pináculos de tres de ellos y la totalidad del de San Bernabé.
La polémica sobre la continuación de la obra a partir de 1952, se debió a la falta de diseños originales que en buena parte fueron destruidos durante la guerra civil (1936-1939) y afortunadamente ha sido ya totalmente superada, actualmente se habla de la posibilidad, si los trabajos continúan al mismo ritmo, de acabar las obras dentro de 20-25 años.

Las columnas de la nave y del ábside se ramifican a una altura determinada y se inclinan ligeramente para recoger las vueltas interiores. Por encima de las columnas de los extremos se ubica una tribuna de gradería a lo largo y alrededor del ábside, para alojar el coro.