En octubre de 1859, cuando estalla la guerra entre
España y Marruecos, la Diputación de Barcelona le encarga pintar las
obras que conmemoren los hechos más importantes de la campaña de España
en Marruecos. El 12 de febrero de 1860, llegará a ese país para tomar
apuntes de los acontecimientos más importantes. África supone un nuevo
aire para Fortuny, los ambientes, las luces, los colores y los
personajes le cautivan. Se liberará de convencionalismos y academicismos
y se sentirá atraído intensamente por lo oriental. Recoge numerosas
escenas costumbristas, que marcaron posteriormente su estilo,
caracterizado por el preciosismo y la luminosidad. La obra más famosa es
La batalla de Tetuán, una pintura histórica de grandes dimensiones y
llena de dinamismo. |