Hijo de un pastor calvinista, Vincent decide, tras unos desengaños amorosos, convertirse en "evangelizador de los pobres", predicando la Biblia. Su apostolado raya en el fanatismo con los mineros belgas de Borinage, que le rechazan. Ante este nuevo infortunio, intenta salir de la crisis espiritual, volcándose en la pintura. Cultiva la temática social, a base de tonos oscuros y grises, que resume en esta obra. El propio artista comentaba así esta obra: "He querido aplicarme escrupulosamente a dar la idea de que esta gente que bajo la lámpara come patatas con las manos, metiéndolas en el plato, también han trabajado la tierra, y que ni cuadro exalta el trabajo manual y la alimentación que ellos se han ganado tan honradamente".