La Fundación, ubicada en la montaña de Montjuic, mezcla armónicamente las proporciones basadas en el Modulor de Le Corbusier con el el lenguaje de la arquitectura mediterránea. Se inauguró en 1975. El edificio se basó en dos tipos de infraestructuras expositivas, con salas y un recorrido, y de estudio, con un auditorio, una biblioteca y un archivo; además contempló la posibilidad de una futura ampliación según las necesidades de la institución.  Las grandes claraboyas que jalonan todo el edificio posibilitan una óptima luz cenital, sin cambios acusados de iluminación, a la vez que dibujan en su exterior un perfil característico de la construcción.