En esta Primera acuarela abstracta se vacía de contenido el espejo de la realidad: "El problema de la forma es secundario en el arte". Kandinsky postula así la evasión de la objetividad y se sumerge en una pintura de ritmo rotativo, salpicada de mandas de color y de signos gráficos de valor emocional para explicar su mundo interior. el camino de la abstracción estaba abierto.