Autobús de Broadway en la calle Liberry.Richard Estes
Los temas de casi todas las pinturas y grabados de Estes están descritas con un cuidado minucioso que recuerda a los maestros holandeses del siglo XVII. Evidentemente, la similitud entre algunos de sus cuadros y pinturas tales como la Vista de Delft del pintor Vermeer, parecen sugerir que Estes se aparta de los principios del hiperrealismo, en relación con la escondida organización que les impone a sus composiciones. Cuanto más se contempla su obra, más claro ve que depende de una estructura geométrica cuidadosamente dispuesta del tipo que una cámara muy pocas veces puede descubrir por sí misma.
Utiliza varias diapositivas del mismo objeto, de esta manera, en sus cuadros no sólo se ve el escaparate, sino también lo que  hay dentro de la tienda y lo que se refleja en el cristal, que se ha convertido en una característica de su obra. Así podemos ver en sus cuadros edificios reflejados en los escaparates, en los ventanales, en las cabinas telefónicas, en el capó de un coche o al paso de un autobús.
El realismo de Estes no es una reproducción pasiva de lo que vemos, sino más bien un cuestionamiento de lo visible. Este es el sentido del uso casi obsesivo de los reflejos. Estas superficies reflectantes no son lisos y uniformes; están llenas de olas y remolinos que alteran y deforman lo que se refleja en ellos.
Canadian Club. Richard Estes
También reproduce reflejos deformados y a veces difuminados en superficies no lisas y uniformes como son las olas de agua en movimiento.