Kacere fue un pintor abstracto desde 1950 hasta 1963, pero se mudó a un estilo realista. Ha sido considerado como foto-realista o hiperrealista, aunque nunca ha adoptado la metodología de dicha escuela. Desde 1963, se ha concentró en la temática femenina.
Kacere pintó su primera pintura fotorrealista en 1969. Era un torso femenino vestido con lencería realizada tres veces el tamaño natural. Kacere continuó haciendo éste tipo de pintura durante el resto de su carrera convirtiéndolo en un ícono del movimiento fotorrealista.
A pesar de la crítica de feministas, algunas de quienes han etiquetado de sexista su trabajo, Kacere ha seguido especializarse en las pinturas del cuerpo femenino desde 1963. "La mujer es la fuente de toda la vida, la fuente de regeneración," ha dicho él. "Mi trabajo elogia ese aspecto de feminidad."