Las dos Marilyn. 1962
El usadísimo término "pop art" hace referencia a la expresión inglesa "popular art" propuesta en 1955 por Leslie Fieldler y Reyner Banham. El concepto se refería a un amplio repertorio de imágenes de la cultura urbana de masas, integrado por la publicidad, la televisión, el cine, la fotonovela, los cómics, etc. Las temáticas no fueron arbitrarias; su elección estaba condicionada por los símbolos presentes en los medios de comunicación. Uno de los símbolos más usuales fue el del status de la personalidad y de la posición social, autos, alimentos, viviendas y confort doméstico. También fue frecuente la utilización de comerciales. Estos se referían a todos los medios de publicidad y propaganda de los productos que podían elevar el status social (la sopa Campbell). El símbolo sexual fue introducido por el pop con gran fuerza. Su temática respondía a la imposibilidad propia de la sociedad burguesa de vivir y ver auténticamente el sexo (surplus represio, de que hala Marcuse). El objeto femenino se integraba como algo abstracto, y la sexualidad se insertaba dentro de la mecánica publicitaria. Pese a las críticas que ha recibido el pop como movimiento, es claro que ha sido la tendencia más decisiva en el desarrollo de representación de los años 60. Sus lecciones a nivel de lenguaje, así como el replanteamiento de la problemática artística siguen operando en la actualidad.
The twenty five marilyns. 1962
Marilym. 1964
En la década de los sesenta ya da cuenta de la capacidad inagotable de Warhol en cuanto a producción y percepción. Sus famosos retratos lo convertirán en el nuevo Velázquez, el pintor de corte que registra la fama y glamour, donde meninas, príncipes y princesas se sustituyen por las fulgurantes estrellas del espectáculo y la política. La serie de Jaqueline Kennedy, Jackie (1964), y Marilyn Monroe, Marilyn (1968) abren el taller del artista a las más destacadas luminarias de la época