La fuente de inspiración para 
					El grito podría encontrarse, quizá, en la atormentada 
					vida del artista, un hombre educado por un padre severo y 
					rígido que, siendo niño, vio morir a su madre y a una 
					hermana. En la década de 1890, a Laura, su hermana favorita, 
					le diagnosticaron una dolencia bipolar y fue internada en un 
					psiquiátrico.
			